Este evento para nuestro club significa mucho. Es el punto de culminación de un año de mucho trabajo honorario y de voluntariado, con varias actividades de recaudación de fondos, que se ven reflejadas en un acto que nos permite devolverle a nuestra comunidad un granito de arena en la construcción de una sociedad más justa y solidaria.
Los Reyes Magos representados por miembros de nuestro Club significan esperanza, deseos de creer en una sociedad forjada en valores y principios éticos y morales. Todos los días vivenciamos una sociedad que ha perdido mucho la valoración del esfuerzo del trabajo como una fuente de recursos para formarnos como personas de bien, para formar una familia y para educar en valores a nuestros hijos. Nuestra sociedad con el tiempo se ha ido fragmentando. Las diferencias sociales han marcado fronteras físicas y mentales muy fuertes que hacen que no se vean las carencias o las virtudes del otro. Sin embargo, hay algo que mantiene viva la esperanza y la necesidad de mantener esta tradicional fiesta de reyes … son los niños. La esperanza está en ellos, en su inocencia y su amplitud mental, en nuevas generaciones que le devuelvan a esta sociedad el simple valor de ser “una buena persona”, sin importar el nivel socio económico, cultural, cargo, título, partido político, equipo de fútbol de que es hincha o cualquier etiqueta con que cataloga esta sociedad hoy a las personas en un mundo que se rige principalmente e por los resultados y las estadísticas.
Este día de reyes para nuestro club no ha sido uno más. Ha sido un día muy especial porque nuevamente nuestro Club de Leones Shangrilá ha sido tocado por la injusticia. Días previos a Navidad, nuestro compañero el Dr. William Paolillo fue víctima de la violencia con la que nos hemos ido acostumbrando a convivir con el tiempo. En un acto de arrebato, con la intención de quitarle dinero, nuestro compañero recibió una fuerte golpiza en El Pinar, la zona donde reside. La violencia del hecho por resistirse, lo dejó internado en el CTI con riesgo de vida. En la actualidad se recupera lentamente, pero las secuelas físicas y psíquicas van a ser muy difíciles de recuperar.
El Dr. William Paolillo, es un León con 20 años de servicio en nuestro Club. Además de su vocación de servicio en el Leonismo y de haber sido un excelente profesional, ha colaborado en forma honoraria y voluntaria con nuestra policlínica Melvin Jones, brindado asistencia en centros hospitalarios de la zona y ha colaborado en forma personal con muchos vecinos y personas de nuestra comunidad.
Quien ha tenido la suerte de conocer el Dr. Paolillo, podrá evidenciar cuanto ha dado por nuestra sociedad, por nuestra comunidad y por el Leonismo. Es por esto que entendemos como muy injusto lo que le ha sucedido a quien supo ser en varias ocasiones Rey Mago en nuestro Club de Leones, compartiendo con todos los compañeros esta esperanza de una sociedad mejor.
Es por esto que este 6 de Enero no ha sido un día de celebración para nuestro Club. Ha sido un año muy duro para la familia Leonística, que a pesar de no bajar los brazos, en su balance del año cuestiona mucho de lo que hacemos por nuestra comunidad o de la forma en que lo hacemos.
Nuestra vocación de servir y de brindar asistencia a quien más lo necesita, nunca reclamó nada a cambio más que un sincero “gracias”. Seguramente quien recibe apoyo nunca sepa cuanto trabajo, esfuerzo y sacrificio hay detrás de lo que entregamos. Seguramente trabajemos para personas que no tienen hábitos o voluntad de trabajo. Seguramente todo lo que hacemos no se perciba porque siempre ha sido “nuestro secreto mejor guardado”. Seguramente sigamos trabajando porque sentimos un compromiso por mejorar nuestra sociedad y porque este acto nos ha demostrado que a pesar de haber destinado más de 2:000.000 de dólares en obras en los 35 años de trabajo incesante, no hemos hecho suficiente por esta sociedad.
Hoy las gracias se las damos al destino, a Dios, o a quien de forma lenta ha permitido la recuperación de nuestro compañero que continúa en el hospital y que cada vez que recibe un cálido saludo y aliento de nuestros compañeros, gesticula con una sonrisa y con el ceño detrás de esa enorme y sabia barba blanca.
Dr. Paolillo, esperamos su pronta recuperación. Esta sociedad aún tiene mucho que aprender de usted.
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