Hay que tirarse al agua

Saliendo hacia el este por la ruta 101 a la altura del kilómetro 25.500 se ubica el barrio Aeroparque de Canelones. Por una calle de tierra al fondo, se encuentra la escuela N° 58 Tiradentes. Inmersa en un contexto social crítico, esta escuela ha sido motivo de desvelo contante de nuestro Club de Leones Shangrilá, empresas y comisiones de amigos que han buscado permanentemente satisfacer las necesidades de niños, maestros y padres año tras año, procurando hacer de esta escuela un gran proyecto educativo para la zona.
La escuela funciona en doble turno, recibe más de 350 niños que todos los días además de recibir educación, les brinda un plato de comida y mucho afecto. La escuela se mantiene en gran medida gracias al aporte de organizaciones, padres, vecinos y amigos que colaboran de forma voluntaria en comisiones que hacen que en la misma por ejemplo, funcione un pequeño y muy decente comedor, que los salones y el mantenimiento edilicio en general mantengan su higiene y estado de conservación.

La escuela se ubica en una zona y un contexto con muchas necesidades y dificultades. Nuestro club viene colaborando hace muchos años en actividades de pesquisamientos visual, entregándoles anteojos a quienes lo necesiten, consiguiendo alimentos y materiales para el mantenimiento edilicio, construyendo muros perimetrales y rejas entre otras cosas. Durante años le hemos brindado a los niños la posibilidad de participar en el concurso "Cartel de la Paz" organizado por Lions International, el cual elije y premia los mejores trabajos a nivel nacional e internacional. En el año 2009, se consolidó al proyecto de adquisición del predio lindero de la escuela, con la finalidad de construir un salón polifuncional que les permita realizar actividades fuera de los salones y utilizarlo como comedor diario evitando que el almuerzo se realice por turnos.

Desde hace mucho tiempo, nuestro club mantiene una póliza de seguro contra robo e incendio que permite cubrir cualquier eventualidad que ponga en riesgo la continuidad de este gran proyecto educativo por el que tanto hemos apostado.

A pesar de las dificultades con las que permanentemente convive la escuela, en la misma existe un equipo docente, administrativo y directivo de primer nivel que permite mantener la esperanza en cada uno de los niños demostrando con hechos que "todo es posible con trabajo y esfuerzo". Es así que maestros, la directora y su equipo administrativo se propusieron brindarle la posibilidad a los niños de 4° año de hacer natación. Luego de plantear el desafío, desde la ANEP dieron el visto bueno, siempre y cuando desde la escuela se hicieran responsables de la organización y de conseguir todo lo necesario.

En Junio de 2010 se comenzó a organizar todo lo necesario para hacer este sueño realidad. Desde nuestro club se hicieron contactos para poder hacer uso de la piscina, y contar con un equipo de instrucción en la Escuela Militar de Aeronáutica. Mientras tanto los maestros hacían gestiones con la empresa Tala Pando para conseguir el traslado de los niños hacia las instalaciones.

Para fines de Julio de 2010, los maestros ya habían transmitido a los padres y niños del trabajo que se venía haciendo, el procedimiento y normas de higiene que debían seguirse para hacer uso de la piscina, pero quedaba solamente por conseguir los implementos necesarios para hacer uso de la piscina (toallas, ojotas y gorras de baño). Se terminaron haciendo gestiones a través de nuestro Club con la empresa Infocorp quienes través de un grupo de empleados que integran El Comité Social (grupo de voluntarios con fines sociales y solidarios), lograron reunir los fondos necesarios para comprar los implementos para los 30 niños que tendrán la suerte de hacer natación.

El 26 de agosto acudimos a la escuela a hacer efectiva la entrega de implementos. Compartimos con los niños un hermoso y emotivo momento, y fuimos testigos de las carencias, esfuerzo que realiza cada uno de ellos y sus familias para alcanzar un nivel educativo, que a primera vista parece un desafío muy importante y para algunos casi inalcanzable. Durante unas horas pudimos compartir actividades recreativas, visitar el comedor, las clases y hacer entrega de los implementos.

A partir de este momento comienza un proyecto deportivo que para muchos será una experiencia inolvidable. Increíblemente y a pesar de estar a escasos kilómetros de la costa, muchos niños no conocen la playa y algunos de ellos nunca han estado en una piscina.

Muchas veces y por causa de la intensidad con que se vive el día a día, perdemos la referencia respecto de las necesidades de nuestros vecinos. Evidentemente y como tantas cosas en nuestro país, todo funciona a pulmón y voluntad de quienes sienten un fuerte compromiso por contribuir con la mejora de nuestra sociedad.

Desde nuestro Club de Leones Shangrilá, queremos extender el agradecimiento a la Escuela Militar de Aeronáutica, a la empresa Tala Pando, a la empresa Infocorp y a todos quienes colaboraron de forma voluntaria por hacer este sueño realidad. Sin lugar a dudas esta gran iniciativa permanecerá en el recuerdo de cada uno de los 30 niños que inician esta nueva actividad deportiva y que tan difícil de concretar parecía.

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